En el marco de la educación emocional y en sintonía con el trabajo que venimos realizando hace varios años, el Equipo de Orientación Escolar continúa abordando el Proyecto “Yo Siento, Yo Puedo y Yo Elijo” que se da de manera transversal a lo largo de toda la escolaridad, articulando trabajo con alumnos, docentes y padres.
En Primario trabajamos específicamente sobre el proyecto “Yo puedo” que tiene como objetivo estimular la inteligencia emocional intra e interpersonal y favorecer en los chicos el desarrollo de habilidades que les permitan quererse, cuidarse y relacionarse en forma positiva con los otros.
A través de Encuentros Grupales, se busca brindar espacios de reflexión para autoconocerse y desarrollar habilidades sociales que los ayuden a adaptarse a diferentes situaciones. También integrarse como grupo y desarrollar buenos hábitos de convivencia basándose en el respeto, la tolerancia y la aceptación de las diferencias.
Durante este tiempo de pandemia que ha generado cambios en niños y adultos, el Equipo de Orientación Escolar se hizo presente con diversas acciones. Vimos la necesidad de fortalecer los vínculos a la distancia, crear lazos y redes de contención que nos hicieran sentir más cerca priorizando los afectos.
Propusimos actividades reflexivas para que los alumnos puedan trabajar sobre sus emociones, nombrarlas, y reconocerlas en ellos y en los otros. Compartimos también diferentes recursos para poder regular dichas emociones como mindfulness, brain gym, técnica de la tortuga, semáforo, entre otras.
Las actividades sugeridas invitan a la reflexión tanto a los alumnos como a sus familias.
También se realizan encuentros virtuales con diferentes temáticas: autoconocimiento en fortalezas y debilidades, trabajos en valores, integración grupal e inclusión y uso responsable de la tecnología. Muchas veces las dinámicas son lúdicas para generar un espacio de encuentro y diversión entre los alumnos.
Nuestro proyecto apunta a formar alumnos emocionalmente inteligentes.
“Todo aprendizaje tiene una base emocional.” Sostenemos que se necesitan emociones positivas para aprender. La alegría, la relajación, el afecto y un buen clima emocional, contribuyen a crear las condiciones idóneas para que se produzca el aprendizaje.