¿Qué significa educar en 2021?

El desafío educativo de la pandemia

Este año nos presentó la continuidad del gran desafío en el que nos embarcamos en 2020: la educación en época de pandemia. Esto nos retó no solo como colegio, sino también a cada miembro de nuestra comunidad personalmente. Reinventarse, incorporar nuevas herramientas tecnológicas, adaptarnos, ser flexibles, desarrollar formas de vincularnos distintas, fortalecer la resiliencia, motivar a los alumnos, fueron algunas de las tantas experiencias y habilidades que consolidamos, especialmente, en estos meses.

Primero, aprendimos cómo era funcionar en la virtualidad; luego, nos sumaron la presencialidad con la virtualidad, incorporando así el aprendizaje híbrido. Esto nos implicó nuevos aprendizajes y desarrollar diferentes maneras de encararlo.

La gran ventaja con la que contamos es que no nos agarró desprevenidos; no es que hayamos sabido de la pandemia, pero sí el objetivo constante es fortalecer el protagonismo del alumno, el trabajo por proyectos, basar nuestros aprendizajes en habilidades y contenidos. Sin duda, estos ejes de trabajo se vieron fortalecidos en estos tiempos de pandemia.

La evidencia de este aprendizaje está en las planificaciones docentes; tanto en las actividades que se realizan en las aulas, como también en los encuentros virtuales. Actividades y planificaciones adaptadas a este nuevo modelo que implicaron un gran desafío de capacitación y creatividad. De esta manera, todos aprendimos a comunicarnos a través de una computadora: ¡preparen los auriculares y micrófonos, entren al Meet y enciendan la cámara!

Sin embargo, debemos reconocer que uno de los desafíos que se presentó como colegio se relaciona con documentar los aprendizajes de los alumnos. En otras palabras, ¿cómo evidenciar si un alumno está aprendiendo? Claramente, los chicos no pueden ser evaluados de la misma manera que lo veníamos haciendo; ellos deben mostrar sus aprendizajes a través de distintas estrategias, siendo conciente de estos procesos: hablar de sus logros, de sus dificultades y saber con claridad lo que se espera de él.

Para ello, hemos implementado varias estrategias, como por ejemplo el portfolio del alumno. Gracias al Google Classroom, los docentes pueden dar cuenta de los aprendizajes que cada alumno, como también los alumnos reflexionan sobre lo logrado. Pero también estos aprendizajes se evidencian a través del uso de rúbricas, donde se indica qué se espera de ellos, y cuáles son sus logros y zonas de mejora. Además, hemos utilizado actividades como tutoriales, podcasts, Padlets, cuentos interactivos, trabajos grupales, entre otras tantas propuestas.

En síntesis, el haber diseñado planes de acción individuales en donde los alumnos trabajan con su docente para evidenciar y contar lo que sabe fue indispensable en esta etapa, sobre todo pensando en el biaño.

Siempre en momentos de crisis, se sale fortalecido. Indudablemente esto nos ayudó a crecer como colegio y, muy especialmente, a poder acompañar a nuestros alumnos cada vez mejor.